La Alhambra. Me obligas a pronunciar tu nombre con carácter, con respeto a la historia que llevas en cada letra, y la gran importancia que tienes en esta ciudad. Lugar por el que me perdería en épocas Lorquianas, con versos como paseos bajo naranjos que rodean las murallas de este increíble lugar.
¡Ay, qué oscura está la Alhambra!
¿Adónde irán las manolas
mientras sufren en la umbría
el surtidor y la rosa?F. G. Lorca.
Y a la espera de poder entrar a los jardines del Generalife para ser espectador de un homenaje a uno de los grandes de la poesía en forma de obra de teatro, dedicamos la luz del atardecer que frota los marcos de las ventanas en lo alto de las torres. Donde imagino al pobre enamorado entregando sus palabras más sinceras de amor al cielo, con las golondrinas expectantes y la ilusión de una sonrisa que le lleve más alto de los muros que no puede trepar.